La Encrucijada de la Maternidad y el
Regreso al Trabajo

Volver al trabajo después de la maternidad es una montaña rusa de emociones, ¡y qué emociones!!
Nos encontramos atrapadas entre la culpa de dejar a nuestro hijo o hija en la guardería y el deseo de sentirnos útiles, independientes y valoradas en nuestro ámbito profesional.
Queremos dar lo mejor de nosotras mismas en el trabajo sin dejar de ser madres presentes y activas.
¿Cómo lograrlo sin morir en el intento?
Sin estar agotadas y sintiendo que nos estamos fallando a nosotras mismas.

Aquí comparto dos tips que me han ayudado a encontrar cierto equilibrio:

1. Organización y Prioridades Claras:
Establecer una rutina que se ajuste tanto a las necesidades de mi trabajo como a las de mi familia es clave. Usar herramientas de planificación, como calendarios y listas de tareas, puede ayudarnos a mantenernos organizadas y enfocadas. Aunque lo más importante es que priorices lo que es realmente importante y aprende a decir no tantas veces como sea necesario.

2. Cuidado Personal:
No podemos cuidar de otros si no nos cuidamos a nosotras mismas primero. Dedicar tiempo a actividades que nos recarguen, como ejercicio, hobbies o simplemente un tiempo a solas, es esencial. Esto no solo mejora nuestra salud mental y física, sino que también nos hace más eficaces en nuestras responsabilidades.

La maternidad y el trabajo es un desafío enorme y a la vez precioso, no tienen que ser excluyentes.
Con las estrategias adecuadas, permitirnos nuestro tiempo y el apoyo necesario, ¡¡vamos a conseguir todo lo que nos propongamos!!

¡Ánimo a todas las mamis trabajadoras!